Unresponsive

Nothing happens on the screen of my laptop.
It has turned unresponsive.
My memory of the sounds of my tapping of the keys
Suddenly acquires
A muffled texture of emptiness,
A sour timbre of impotence.
But I keep typing
Our revolutionary manifesto,
Because I am convinced
That I am still alive
Thanks to the pulse of my fingers,
Because I firmly believe
That the words of my letters
Must be going somewhere high
To be received by the Guardians of the Truth,
Who will certify the quality
Of each single sentence,
For them to be fed
To our masses
Who starve in heaven.

Hallowed be their reign.

Copyright © 2015. Tony Martin-Woods
Todos los derechos reservados. All rights reserved.

Traders of seeds

We can’t control the tides of the oceans,
So let us be the currents of our seas.

We can’t reach the stars of the universe,
So let us be the lights of our nights.

We can’t stop the clocks nor the time,
So let us be the rhythm of our lives.

We can’t buck the bloody market,
So let us be the traders of seeds,

Seeds of revolution,
Seeds of justice,
Seeds of peace.

Copyright © 2015. Tony Martin-Woods
Todos los derechos reservados. All rights reserved.

Rectificar es de sabios

El nuevo portavoz parlamentario de economía del Partido Laborista, John McDonell, un economista brillante comprometido con la justicia social, anunció el 25 de septiembre que su grupo parlamentario apoyaría el compromiso fiscal del gobierno conservador, parte de su Budget Charter, o Carta Presupuestaria, y anunció que votarían a favor.

El “compromiso” consistía en obligar al Estado legalmente a no incurrir en déficit en ciclos económicos “normales”. La decisión de qué es “normal” quedaría en manos de la llamada Oficina de Responsabilidad Presupuestaria que, a día de hoy, establece que si la economía crece por encima del 1% anual, hay “normalidad”. (Sobre el tema del crecimiento económico escribí algo interesante hace poco: “Crecimiento sin Empleo”).

El apoyo de los laboristas a la Carta Presupuestaria desconcertó a mucha gente en la izquierda real. La mayoría de comentaristas lo interpretaron como un gesto conciliador de los laboristas de cara al público y al establishment: los laboristas son gente responsable que nunca gastará por encima de las posibilidades del Estado. Yo mismo lo defendí (“Living within our means?”) como algo que no era necesariamente malo porque pienso que el compromiso de no gastar más de lo que se tiene también obliga a recaudar mucho más, no sólo a contener el déficit. Y aquí en Gran Bretaña hay tantísimo por recaudar… Somos la oficina central de los paraísos fiscales.

Sin embargo, y para sorpresa de todos, el portavoz de Economía Laborista anunció el lunes 12 de octubre que su grupo parlamentario iba a votar en contra de ese compromiso, que habían cambiado de opinión. John McDonell explicó muy bien por qué habían tomado esa decisión y creo que tiene mucha razón tal y como lo presenta. Hay coherencia.

Este U-turn (“giro de 180 grados” en inglés) ha sido criticadísimo por los medios británicos que están, unánimente, en contra del nuevo líder laborista, Jeremy Corbyn, que fue quien nombró a McDonell arropado por un masivo apoyo de las bases de izquierda. Por cierto, La postura de los medios, que dependen de los bancos, de las empresas anunciadoras y, en el caso de la BBC, de un Partido Conservador que ha amenazado con recortarle su autonomía, no es de extrañar. Corbyn es un socialista real, no como Tony Blair y su panda. (Ojalá en Inglaterra tuviéramos algún medio de comunicación que decidiera destetarse del capitalismo financiero, como en España ha sucedido con algún periódico en línea. Otro gallo nos cantaría, aquí y en Europa).

Pero es que además en nuestra sociedad británica cambiar de opinión está muy mal visto. Los británicos son unos fanáticos de la previsibilidad. Por eso les gusta la puntualidad, la planificación detallada, la prevención de riesgos, los seguros, las estadísticas, todo tipo de anuncios y avisos… La indignación de mucha gente por el viraje de los Laboristas se debe sobre todo a que rompe con esa convención social y cultural que a veces explica esa amable cabezonería de los europeos del norte. Las palabras que se usaron para valorar el viraje laborista eran muy fuertes. Incluso los más refinados, en una sociedad donde la mesura expresiva es un atributo de las clases medias y altas, usaban términos como “shambolic” (caótico, incompetente, desastroso).

Pues bien, yo le doy la bienvenida a esta nueva forma de hacer política sabía, valiente y sin prejuicios: los errores más estúpidos que cometemos son los que no rectificamos.

Espero que en España, donde somos campeones mundiales de la genial improvisación (la coherente), la gente no se avergüence de rectificar en las elecciones del 20-D.

Tony Martin-Woods 2015

CC BY-NC-SA

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El desfile del 12 de octubre

No liberé París,

ni perdí Gibraltar,

ni gané en Lepanto,

ni masacré en América,

ni me prohibieron mi cultura,

ni aniquilaron mis instituciones,

ni le di al mundo una gran lengua,

ni tan siquiera forjé esa Transición,

ni fui con la cabra a “pacificar” Irak.

Que me dejen en paz con su pasado,

que no me torturen con sus historias,

que ya tengo yo bastante con las mías.

Ya sé que Francisco Franco fue un criminal de Guerra,

(como Blair y Bush, pero sin ganar elecciones y sin guante blanco)

cuyos secuaces asesinaron vilmente y sin castigo al hermano de mi abuelo.

Ya sé que el PP es un nido de fachas que se sienten herederos de su bando “nacional”.

Ya sé que el sufrimiento de millones debe ser recordado y donde haya genocidas encontrarlos.

Ya sé que muchos han muerto defendiendo la justicia y deben ser nuestro ejemplo, por su valentía.

Ya sé que si no fuera por el pasado, el presente sería distinto.

Ya sé que debemos evitar los errores de otros.

Pero que se dejen de tonterías y manipulaciones nuestros políticos y sus periódicos:

No me siento ni orgulloso ni culpable por cosas que sucedieron cuando yo no había nacido.

Más nos valdría preguntarnos por nuestra contribución personal como votantes a la Gran Crisis.

Más nos valdría mirarnos al espejo para ver quiénes toleran el expolio de banqueros y empresarios.

Más nos valdría hacer desfilar hoy a nuestros “representantes”, bien esposados, camino de la cárcel.

Copyright © 2015. Tony Martin-Woods
Todos los derechos reservados. All rights reserved.

My Olive Breasts

My olive breasts are covered
In Western urine and sweat,
In Russian vodka and vomit,
In mustard from Asad the chef,
Who bakes with toxic dribble
Iranian and Turkish bomb cakes.

Nations of hate,
It will not be me
Who’ll take you away!

Rebels trained by the CIA
Launch infidel lethal grenades
Paid with Saudi lazy gold.

A million Goliaths from Israel
Enforce an embargo in Gaza
On crackers, slings and stones.

Hyenas fathered by Blair
Behead innocent people.
May sharpens their swords.

Priests of hate,
It will not be me
Who’ll take you away!

In the streets of Ankara
Dozens begged my return
But perished in Gladio attack.

Eloquent porters in Europe
Feed the masses with fear
Shutting borders and hearts.

Traders of hate
It will not be me
Who’ll take you away!

Doctors brutally killed,
By silent fighter jets
Sent by Peace Nobel Prize.

Rivers and rivers of Syrian blood
Desperate flow through humble canyons
Carved in mountains of media lies.

Gods of hate
It will not be me
Who’ll take you away!

As my mission in this world is to wait,
Nude and simple as I came here,
For a big testosterone eruption
To wash down the power of states
And all the filth that their leaders
Splashed on my olive breasts.

Copyright © 2015. Tony Martin-Woods
Todos los derechos reservados. All rights reserved.
Poem started in the night of the 9th of October and completed in the afternoon of the 10th, following the Ankara bombings.

Lessons from The Bible

Beware of false prophets, which come to you in sheep’s clothing, but inwardly they are ravening wolves.

King James Bible

Beware of minimum wage promises,
which come to you as a blessing,
but cunningly mixed with the withdrawal of tax credits.

Beware of freedom of enterprise,
which comes to you as real progress,
but shamefully dressed with privilege for corporations.

Beware of the flexibility to work,
which comes to you as independence,
but turns workers into sperm in search of an egg.

Beware of tax cuts for the people,
which come to you as relief,
but distract our attention from tax-havens for the rich.

Beware of the right to choose a hospital,
which came to you as respect,
but turns patients into consumers and doctors into accountants.

Beware of 7-days a week NHS,
which comes to you as common sense,
but is another bulwark for the privatisation of our health.

Beware of the words “hard working people”,
which come to you as a compliment,
but are just an insult for the disable and the jobless.

Beware of those who want you to sing anthems,
which come to you as fraternal rejoice,
but mask the fascist soft power of our corrupt institutions.

Beware of “national security reasons”,
which come to you as safety for us,
but are an excuse to prop-up our murderous weapons industry.

Beware of the word “Britain” pronounced with a sharp “t”,
which comes as a mark of moral authority,
but is a sign of a blinding, imperial, self righteous pride.

Beware of the eloquent down-to-earth patriots,
which come to you as a smily, refreshing pint of bitter,
but ignore those who love their country most by confronting austerity in the streets.

Beware of Tory prophets and their media lot,
which come to you in smart clean clothing,
but inwardly are nothing but filthy, selfish, evil souls.

Tony Martin-Woods

Copyright © 2015. Tony Martin-Woods
Todos los derechos reservados. All rights reserved.
Written in the morning of the Tory Conference whilst watching the Andrew Marr “Show”

Adèu Cataluña, hola Catalunya

No estoy en contra del derecho de autodeterminación estatal de nadie. Es más, creo que la autodeterminación como forma de escapar de un régimen político intrínsecamente corrupto como el español y tantos otros, incluyendo el británico o el catalán, por ejemplo, es muy legítima. También acepto la autodeterminación estatal como forma de expresar la propia riqueza político-emocional y cultural, o de formular nuestras aspiraciones con la gente que nos rodea en nuestra propia comunidad o entorno. Yo mismo me autodetermino, culturalmente y políticamente, muy a menudo. El derecho internacional que contempla la autodeterminación estatal como fórmula descolonizadora o como remedio frente a la violación de derechos políticos y culturales es insuficiente para dar respuesta a los deseos legítimos y democráticos de la gente. El mundo ha cambiado.

En el caso que nos concierne, Cataluña, este tipo de análisis en abstracto me resulta personalmente más difícil. Para mí hay tanta cultura y vivencias comunes que comparto con muchos amigos y amigas catalanes, y seguro que con otros catalanes a los que no conozco, que me resulta extraño que de pronto dejemos de compartir nacionalidad o espacio político estatal. Y cuando “siento España”, uno de mis dos Países-Estado (el otro es Gran Bretaña), y pienso en sus problemas, sus culturas y sus gentes, siempre incluyó e incluiré a Cataluña en mi imaginario personal de lo que es España. Y siendo natural de Lorca (Murcia), me siento personalmente, por supuesto, mucho más catalán que griego o portugués. Soy libre de imaginarme lo que yo quiera ¿no? Al fin y al cabo las naciones son fundamentalmente fenómenos psico-sociales.

Me queda el consuelo de que este proceso de independencia ha conseguido que mucha gente se replantee el tema de las identidades nacionales y su necesaria pluralidad. Es imprescindible para el progreso humano que aceptemos que en un solo corazón caben muchas lealtades “nacionales”. El modelo de Estado-nación del Siglo XIX nos imponía una exclusividad unitaria inspirada en la religión monoteísta, en la monarquia absoluta, en el Romanticismo y en las creencias raciales: un solo pueblo, un solo Dios, un solo rey, una sola nación. ¿Por qué no se pueden tener varias patrias nacionales a la vez? En nuestro modelo de relaciones familiares tenemos lealtades emocionales muy intensas, incondicionales y múltiples (padres, madres, hijos, hermanos…), lo cual es mucho más natural, civilizado y práctico. La exclusividad es casi siempre perniciosa.

El tema de la posible independencia de Cataluña es también para mí muy revelador de lo que somos “nacionalmente”, tanto los españoles como los catalanes, por otras razones:

Sin quitarle mérito a los que han promovido con éxito la causa independentista y a quienes han promovido la nacionalidad catalana desde la segunda mitad del Siglo XIX, no me cabe duda de que el independentismo ha conseguido movilizar una masa mayoritaria gracias a las torpezas de sus esperpénticos rivales. Enumeremos algunas:

-El clamoroso fracaso moral, cultural, constitucional, económico y operacional del Partido Popular, liderado antes por un ignorante fanfarrón y ahora por una reencarnación híbrida de Carlos II hinchado a esteroides y Franco con barba. El rechazo del Estatut de Catalunya es probablemente su metedura de pata más decisiva, pero no se puede negar que la incompetencia demostrada por el PP ha sido continuada y profunda.

-La mediocridad política de la otra máquina de poder corrupto (¡Ay, Andalucía!), el PSOE, vendida también al neoliberalismo;

-La bilis premeditada de demagogos como Federico Jiménez Losantos, que a pesar de su pátina liberal alimenta el españolismo más zafio y chulesco;

Todas estas disfuncionalidades españolas, y otras, ha sido usadas en la propaganda independentista de forma muy eficaz en la reedición de un imaginario de “lo español” que no hace justicia de una gran mayoría de españoles y que es tristemente dañino. La interpretación torcida del tema de las balanzas fiscales también ha contribuido mucho a potenciar ese imaginario popular del español rudo, pobre, vago y mantenido.

Esto no quiere decir que el futuro Estado-nación catalán tenga una legitimidad de origen peor que la de Francia o España o los Estados Unidos. Muchos Estados-nación que se me vienen a la cabeza han sido forjados territorialmente con una combinación de violencia y manipulación política, educativa, empresarial y cultural, por una parte, y de procesos de socialización más “limpios” y orgánicos, liderados a veces por verdaderos héroes, por otra. Hoy en día eso de los cañonazos en Europa, afortunadamente, está muy mal visto. Pero la propaganda engañosa sigue operando en muchos nacionalismos, incluyendo el catalán. Hacer pasar a un grupo de gente muy variado, en la era de la comunicación y la libertad de expresión, por un mismo aro nacional es algo más que una obra de ingeniería política, aunque se comparta una lengua y un sentir común como en Cataluña.

Tengo mis dudas serias de que “esta independencia” vaya a ser buena para los catalanes de a pie. Si pienso en los compañeros de viaje del independentismo, Artur Mas y sus secuaces, no me puedo imaginar un nuevo Estado-nación catalán al servicio del pueblo. No es, ni puede ser, un proyecto de soberanía real. Las élites catalanas y las españolas son una misma cosa. Estamos hablando de criminales financieros y fiscales, como Pujol o Rato, y de sus encubridores. En este sentido solo las CUP y Catalunya Sí Que Es Pot, (aunque yo

pueda discrepar en el tema de la independencia) me parecen opciones honestas que inspiran confianza. La alianza ERC-CDC le ha dado la puntilla a Cataluña.

Los retos políticos, económicos y culturales a los que nos enfrentamos en Europa, se resuelven mejor con Estados fuertes (no necesariamente centralizados) que puedan reivindicar con nosotros, con la gente, nuestra soberanía popular. Estos Estados fuertes son los únicos que tienen las herramientas y la envergadura necesarias para plantar cara a los poderes fácticos de forma efectiva. Ante la creciente pujanza de las organizaciones del capital y de los Estados-nación a su servicio, la opción de ocupar democráticamente esos espacios del Estado es la más clara. Es el único resquicio por donde penetrar.

Es cierto que el estatismo no es la panacea y que entraña sus peligros. Hay mucho trabajo que hacer en la democracia de base, la inteligencia colectiva y en la soberanía comunitaria. Pero ese cambio social orgánico necesita procesos sustentados en cambios culturales y políticos paralelos que van, naturalmente, más despacio. Ahora nos urge tomar el Estado. Y si Cataluña se separa, será mucho más difícil tanto para los españoles como para los catalanes alcanzar algún tipo de soberanía económica, social, educativa y política real, porque separados somos más débiles. Mientras nosotros agarramos banderas, ellos se frotan las manos.

¡Salut!

The pulse of the nation

Honi soit qui mal y pense

I am the matriot
The highest patriot
I serve my shares
I sooth my country
I sing my anthem
I save myself

No God

If he doesn’t sing along!

Eons and eons
Of red cells squandered
I’ll never leave me
You’ll never either
Alpha
Omega
Epsilons drunken
Depleted
Uranium
Euphrates
Tigris

Tony!

That Tony

He made me proud

And Dave
And Nick

What a nice bunch
Of loyal
Sincere
Service
Studs
Spreading my seeds in the world
Whilst feeding our petals

And you!

I always have
One place for you

In my mind

In my garden of Eden
The East of Eden
The Sun bleeds no more

Fear not!

Crime
Is just human
Lions
Aren’t liable
For feasting
On flesh

It’ fine!

Those lentils
Are soothing
The maid cooks them well
Farewell to clouds!

Your tie!

Get a tie
And a flower
For the innocent soldier
Sent to kill and to die
To the line of the front

Proud

Oblivious
To clumsy
Pompous
Fat generals
Historians claim
I should have sacked

I’m no man

No woman
No gender
No sex
No pleasure
No pain

Forget!

Forget what you saw in the toilet
A sneeze of mine
And you shall be heeled

Bow!

For I am the oak
Made of steel
With branches in hell
And over the seas
Wearing a necklace
Of bullets of marble

For you

For you are the lamb
Begotten through me
And I will transcend
Victorious to death
A nation of past times
Rejoicing eternal

For I am the matriot
The highest patriot
I serve my shares
I sooth my country
I sing my anthem
I save myself
I am not impressed!

No God

If he kneels not at my throne

I love you
I love you
For you’re a piece
One piece of me
For I’m made of you
For you are my portrait
For I am the map

I love you
I love you
Look at the colours
The shadowy bits
The counties and roads
The rivers and bridges
It’s you
It’s me

I love me
I love me
I love me
I love me…
…Wave the flag
Keep smiling
Raise your hand
We parade

Copyright © 2015. Tony Martin-Woods
Todos los derechos reservados. All rights reserved

Con Corbyn, sí se puede

La victoria de Jeremy Corbyn es un acontecimiento de magnitud histórica para Gran Bretaña y para Europa. Después de casi dos décadas de confusión (o perversión) ideológica, el Partido Laborista puede reivindicar de nuevo como suyos los valores de la decencia, la justicia, la tolerancia, la compasión y el juego limpio (estos valores se los había apropiado furtivamente la derecha, dándoles el controvertido nombre de “valores británicos“). El apoyo masivo y el entusiasmo popular que Corbyn ha generado hacen que me sienta muy orgulloso de ser parte activa de la vida de este país.

Hay mucho trabajo por delante. En este país no es oro todo lo que reluce. La desigualdad campa a sus anchas. El tener trabajo no te saca de la pobreza. Hay mucha ignorancia debido al poder abrumador de los medios de comunicación nacionalistas de derechas. El establishment político, mediático y financiero británico es tan corrupto como el de España, y mucho más influyente e interconectado globalmente. Las puertas giratorias y los pelotazos son el pan nuestro de cada día en los Tories (la derecha). Los partidos pueden aceptar donaciones de millonarios y empresas a cambio de todo tipo de favores. Las corporaciones se organizan fiscalmente de manera que pagan impuestos, muy pocos, “a la carta”. La diferencia con el comportamiento de “La Casta” en España es que aquí en el Reino Unido la corrupción es mucho mas fina y sutil, está solo al alcance de una minoría de privilegiados y opera en un régimen legal que hace imposible perseguirla. La gente de a pie no podemos, ni queremos, ser corruptos. El sistema (legal y cultural) lo impide. A quienes tengan curiosidad por este tema les recomiendo que lean la famosa revista “Prívate Eye”.

Las implicaciones para Europa de estos resultados son importantes. Corbyn y los que le apoyamos queremos una UE al servicio de la gente, no de las grandes corporaciones, y estamos convencidos de que para tener una Europa próspera, justa y feliz, hay que reclamar la soberanía financiera para nuestros Estados y pueblos y para la Unión en su conjunto. Eso solo se consigue con cambios políticos que pongan a la gente como protagonistas de su destino.

¿Qué debe hacer Corbyn ahora?

Como dije en en otro artículo, The Corbyn Identity, su prioridad debe ser la reforma de los procedimientos de participación política dentro del Partido Laborista. Es necesario abrirse mucho más a los miembros, simpatizantes y afiliados del Partido Laborista (hay tres formas de militancia en estos momentos) y al resto de la sociedad. Pero este cambio no urge solo por una cuestión de principios. La única forma de conseguir que los diputados laboristas que defienden unas políticas y un discurso de centro (muchas veces por razones de estrategia) se sumen a este proyecto de justicia y dignidad de Corbyn es someterlos, a través de la democracia interna, al escrutinio y al mandato democráticos. En este país a las élites les gusta presumir de ser ejemplo de democracia, entre otras cosas para mantener al pueblo engatusado. Gran Bretaña como faro del mundo libre. A los medios y políticos de derechas les resultará difícil justificar sus críticas a un Corbyn volcado en agendas democratizadoras.

¿Y las reivindicaciones políticas, sociales y económicas? ¿Debe Corbyn descuidarlas en su trabajo parlamentario y de comunicación pública?

No. Lo que sugiero es que “descentralice” mucho el debate público sobre temas económicos y sociales. Que permita que sea su propia militancia, los expertos y las organizaciones sociales y políticas progresistas las que lideren esas conversaciones y reivindicaciones. Que sea el tejido social que respalda las políticas de Corbyn el que lleve la voz cantante. Y que Corbyn y el laborismo escuchen esas demandas y las traduzcan en clave parlamentaria, durante los próximos cuatro años de oposición, pero siempre reconociéndolas como demandas populares. Como en mi anterior sugerencia, esto no es solo una cuestión de principios: Corbyn necesita contrarrestar la imagen de visionario quijotesco y solitario que la prensa de derechas, dominante, le ha asignado y que forma parte de toda una narrativa de descrédito ideológico al que nos tendremos que enfrentar con uñas, dientes y cabeza.

Es hora de la gente en Gran Brataña y en Europa.